Brikrinkrinrg

¡Qué placer da encontrar un poco de irreverencia en los anuncios de la tele! Aquí tenemos una marca que se sale del discurso de la solemnidad permitiéndose incluso no pronunciar bien su propio nombre... El resultado: Una audiencia tan divertida como agradecida y la confirmación definitiva de que chiquito siempre será enorme!